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Reseña de Como gustéis en el Shakespeare's Globe: no siempre sutil, pero siempre encantadora

Jul 07, 2023

La producción de la directora Ellen McDougall del romance pastoral de Shakespeare aporta una muy necesaria infusión de calidez a este verano deslucido. A la obra se le ha dado un ligero toque de modernidad, rematado y finalizado con discursos escritos por el artista trans Travis Alabanza, y con el elenco cantando canciones de artistas como Troye Sivan y Tegan y Sarah (no bien, pero con encanto).

El ahora habitual enfoque de género fluido del Globe para el casting concuerda perfectamente con esta historia de disfraz y confusión: podríamos estar experimentando el mismo tipo de incertidumbre que expande la mente que sintió la audiencia original de Shakespeare. Sobre todo, creía en casi todas las relaciones aquí, lo cual es raro. Incluso los personajes menores están dotados de dignidad, sin sacrificar su valor cómico.

Nina Bowers es una Rosalind fascinante y expresiva, que se parece un poco a Prince y un poco a Derek Griffiths cuando se disfraza de hombre: ninguna de las dos cosas es mala en mi opinión. Ella y el Orlando de Isabel Adomakoh Young reflejan los gestos y el enamoramiento exaltado del otro y tienen el mismo vello facial: realmente parece que cada uno ha encontrado a su otra mitad perdida. Macy-Jacob Seelochan como Celia agrega un poco de sal sardónica para equilibrar su dulzura.

Apenas hay decorado: sólo los aromas de lavanda y humo de leña flotando, y algunos lemas en un tendedero colgado debajo del techo abierto de paja. Ah, y una madeja de seda que representa una vagina gigante de la que Rosalind renace como mujer. El vestuario, de Max Johns, es una especie de versión extraña y de club del jubón y las medias isabelinas. A medida que los personajes se vuelven cada vez más nativos, después de haber huido de la corte hacia el bosque primitivo, sus ropas se vuelven más desordenadas.

La decisión de McDougall de montar el primer combate de lucha libre en el que Orlando y Rosalind se enamoran en el foso del Globe significa que la mitad del público no puede verlo. Pero por lo demás, logra llevar la acción al auditorio de madera, reformulándolo como el bosque donde Orlando clava sus poemas de amor.

Tanto el ácido Jaques de Alex Austin como el cachondo Touchstone de Tessa Parr tienen una excelente relación con el público. Incluso hay un poco de interacción inofensiva de llamada y respuesta, y algunos aplausos. Se evita una gran parte de la trama tardía cuando Rosalind de Bowers se vuelve hacia la audiencia y sugiere engatusadoramente: "¿Vamos... a la siguiente escena?".

La producción de McDougall no siempre es sutil pero sí siempre encantadora. Y me hizo escuchar algunos pasajes familiares, como el de Rosalind y Jaques debatiendo los valores de la melancolía y la alegría, como si fueran nuevos. Un placer.

Shakespeare's Globe, hasta el 29 de octubre; shakespearesglobe.com